08 febrero 2013

Cruce de los Andes en Parapente


Escrito por Hernán Pitocco

EL CRUCE DE LOS ANDES EN PARAPENTE

Siempre me atrajeron las montañas y aún mas La Cordillera de los Andes. Desde que empecé a volar en parapente, siempre vi como un sueño poder cruzar esas grandes paredes aunque me parecía algo imposible para ese entonces...

El pasado domingo 3 de febrero lo concretamos! Con Martin Moyano Bradley, volando juntos prácticamente todo el recorrido, salimos desde el Volcán Llaima en Temuco, Chile y aterrizamos a pocos kilómetros de Zapala, Neuquén.

La idea surgió de un primer viaje a la zona de Cutral Co, Neuquén, donde la Familia de Martin tiene una casa. Esa región es de vientos fuertes y techos altos, ideal para hacer un posible récord de distancia, según lo había estudiado Martin, así que me invito a que lo intentemos juntos. La condición parecía muy prometedora para esos primeros días de enero, nos organizamos y fuimos 3 días. Salieron vuelos de 180 y 290 km en tan solo dos días.

Como el tercer día amaneció nublado en todo el valle Neuquino, decidimos ir a pasear a la zona de Pequeña dentro de la cordillera camino a chile prácticamente en la división de frontera donde nuestro amigo Abel Galvan tiene cabañas y ya nos había invitado también a volar su lugar en Moquehue y el volcán Batea Mahuida, de donde finalmente despegamos ese día, con bastante viento un poco nublado y tarde pero a pesar de esa condición Michel Guillemot -que también formaba parte del grupo- y yo conseguimos cruzar parte de la cordillera y llegar casi a Zapala. En ese momento fue el medio cruce de la cordillera.

Desde entonces, la idea de cruzar la cordillera entera se instaló en mi cabeza y comencé a investigar la zona que faltaba cruzar, para ver si se podía hacer entera. Me di cuenta que el lado Chileno es mas verde, hay una zona de mucho pino y araucarias que hacen que la condición buena de vuelo se arme un poco tarde, así que había que encontrar un despegue alto que nos deje salir lo más temprano y cómodamente posible como para pasar las primeras transiciones hasta que el día se fuese armando y la térmica sea cada ves mas potente y así el día nos alcance para hacer el cruce completo.

Hablé con Miguel Irarrazaval de Chile y le pregunté por un posible despegue o algún camino que subiera la cordillera hasta algún lugar donde poder despegar. El me sugirió el volcán Llaima. Comienzo a estudiarlo por Google Earth y parecía un lugar con bastante potencial para comenzar el vuelo, un lugar alto y de acceso fácil en 4x4. Para esto, Martín me había contado ya la historia de su bisabuelo, Eduardo Bradley precursor de la aviación Argentina, que en 1916, acompañado por Angel María Zuloaga y en homenaje a su fallecido amigo Jorge Newbery, se proponen la hazaña de cruzar la Cordillera de los Andes -por aire- por primera ves en la historia en globo aerostático de gas hidrógeno (un sistema muy antiguo, nada comparado a los globos modernos de hoy en día) y también me había dicho que para el era un desafío pendiente hacer ese cruce volando en parapente 100 años mas tarde que su bisabuelo.

Le avisé de la posible ruta saliendo del volcán Llaima y le pareció buen plan. La cordillera es una zona de viento fuerte, así que estuvimos todo enero chequeando el clima a través de las paginas web de los servicios meteorológicos que existen hoy en dia como xc-skies.com, meteofa.com, etc. para no pasar por alto el probable "único día" en que la condición meteorológica sea lo suficientemente buena y con vientos no tan fuertes como para intentarlo.

El miércoles 30 de enero a la noche le mande un sms a Martín y le dije que la condición pintaba buena para intentar el cruce y creía que me iba para allá el viernes 1 de febrero. Martin es un cirujano reconocido, así que lo que menos imaginaba era su respuesta "vamos!" con tan solo 24 horas de antelación. Tomamos un vuelo a Santiago de Chile y de ahí a Temuco donde alquilamos un autito para movernos hasta Melipeuco, muy cerca del Llaima, donde nos encontramos con Abel que venia con su 4x4 desde Cutral Co Argentina para ayudarnos con el proyecto asistiendonos en las subidas al volcán y para buscarnos en el lado Argentino después del cruce.

Tal cual lo decía el reporte meteorológico tuvimos 2 días para intentarlo: sábado y domingo, aunque el sábado amaneció nublado y solo se despejo a las 9:30 de la mañana - además la noche anterior había llovido en toda la cordillera Chilena y esa humedad en el suelo no era nada buena para que se generasen la tan preciadas térmicas que necesitábamos para subir alto y cruzar. De todas maneras lo intentamos, pero las primeras brisas considerables en el volcán empezaron a entrar casi a las 14hs -que fue cuando despegamos- pero si calculamos que necesitábamos 6 horas para cruzar, estaríamos llegando al final del vuelo a las 20hs, y eso para mi era muy tarde. De todas maneras, ni siquiera llegamos a volar hasta esa hora, nos caímos en unos valles del lado Chileno como a las 16:30

El domingo amaneció soleado y la temperatura había subido 3 grados, lo cual era muy alentador técnicamente hablando para el vuelo, ese día despegamos una hora mas temprano pero, a pesar de nuestras expectativas de salir disparados hacia arriba, tuvimos que girar mucho y subir poco a poco tratando de ganar altura para ir pegándonos a la pared del volcán - que es como una especie de pirámide gigante de piedra y arena volcánica, con uso 3.000 metros de altura. La vista es imponente, partes del volcán están cubiertas de nieve, otras partes son negras oscuras y otras rojo color óxido. Además, llegando al cráter ya se podía ver como salía humo y gases por las paredes.

El tiempo corría y nuestra ventana de vuelo para el cruce se iba acortando, así que casi a las 14hs,y aunque no tenia la altitud que me hubiera gustado, me tire bajo a la primera transición donde tuve que sobre volar un río de lava volcánica de unos 10 km de ancho, no sabia como iba a funcionar ese suelo negro, pero para mi suerte fui encontrando algunas burbujas térmicas que, derivando con el viento, me permitieron apoyarme a la primer pared de la cordillera después del volcán. Unos minutos atrás venia Martín pero cruzando mas cómodo con mas altura y poco después nos juntamos para seguir camino juntos hablando por radio y tomando decisiones en equipo fuimos volando por distintas paredes y avanzando, era emocionante ver que podíamos llegar a lograrlo, aunque esa idea hay que sacarla siempre de la cabeza hasta el final. Creo que cuanto mas pensás en que lo estas logrando es cuando te desconcentrás de lo que tenés que hacer en ese momento, y eso te puede hacer llegar al piso rápidamente. Además faltaban varias horas todavía.

Como a mitad de camino tuvimos uno de los puntos mas bajos del vuelo, hicimos una transición larga por una cresta que corre norte/sur en la que suponíamos nos iba a sacar para arriba fue todo lo contrario y nos hundió. Martín, que venía mas alto, llegó a tirarse a la siguiente y yo, que estaba más bajo, no pude cruzarla y tuve que rodearla entera perdiendo altura hasta llegar al final de la cresta que se transformaba en una fuga de viento fuerte y en la que me vi ya muy bajo. En ese punto volví a ver la cosa bastante negativa... Parecía como el primera día, solo quedaba viento y las térmicas estaban rotas y flojas ademas de turbulento. Para mi sorpresa enganche una térmica desprendiendo de el final de la fuga -o diría más bien- sotavento de esa cresta y poco a poco recupere altura mientras veía a Martin que volvía arrastrado por el piso y que estaba peor que yo. En un momento lo vi tan bajo que veía su vela y la sombra de su vela en el piso casi del mismo tamaño. Increíblemente encontró una termiquita que lo saco del piso y unos 20 minutos después nos volvimos a juntar y estábamos nuevamente en carrera aunque volvimos a hundirnos y salir del piso otra vez cuando nos tiramos a apoyarnos en la cara del volcán Batea Mahuida y no funciono como esperábamos. Así fue que la concentración estuvo al 100% durante muchos kilómetros que volamos muy bajo, hasta que por fin ya del lado Argentino las paredes tomaban una perfecta orientación al oeste que es de donde venia el viento meteo y ademas las paredes y el terreno era cada ves mas seco y rocoso, a partir de ahí las térmicas fueron mas potentes, redondas y el techo mas alto! Era como un alivio sentir que la condición no se había acabado estábamos con buena altura de nuevo y con viento a favor! Pudimos acercarnos, girando en la misma térmica a menos de 10 metros de distancia, y nos gritamos " VAMOOOOSS!!!" ya se podía sentir el cruce, ya se veía el valle de Neuquén -aunque todavía nos quedaban cruzar algunas paredes de las más altas- faltaban unos 30 kilómetros de distancia.

Esa última parte fue de las más espectacular… La luz era increíble, el contraste de colores de la Cordillera y más de 7 volcanes a la vista, el Lanin y el Llaima a lo lejos ya se veían chiquitos. En ese momento aprovechamos para hacer algunas imágenes de video y fotos, el paisaje era increíble! Algunas lagunitas y paredes de colores sin ningún tipo de acceso por caminos, la única forma de verlos era sobrevolándolos, así que me sentía afortunado por poder estar admirando todo eso, y mejor aún, de estar volando en equipo -que es la única forma de compartirlo con alguien, ya que mas allá de las fotos o el video, la sensación de estar ahí en ese momento es difícil de describir.

Nuestra distracción final casi nos manda al piso y estuvimos cerca de aterrizar en un agujero donde nos ibamos a tener que hacer noche y una larga caminata de varias horas al día siguiente, hasta poder llegar a alguna cara despegable de las montañas, para poder llegar luego a algún camino. Pero nuevamente salimos de ahí y ese último punto crítico solo sirvió para hacer aún más emocionante el vuelo. Hicimos el último techo lo mas alto que pudimos y nos tiramos de un planeo al valle de Neuquén con dirección a Zapala, dejando atrás La Cordillera de los Andes. Con una gran sonrisa en el rostro… "CRUZAMOS CRUZAMOS!!! Siiii!!! Estábamos felices y satisfechos de haber concluido un plan que vimos posible, estudiamos y llevamos a cabo, era inevitable pensar en el admirable y gran aventurero Eduardo Bradley -bisabuelo de Martín- y que de alguna manera nos estaba mirando y estaría también orgulloso de este cruce, como nosotros lo estamos de el.

Datos técnicos:
Cruce de La Cordillera de los Andes (Chile y Argentina), 3 de febrero de 2013
Velas Hernán Pitocco (TR2 Sol) y Martin Moyano Bradley (Icepeak 4 Niviuk)
Distancia volada: 125 km
Tiempo de vuelo 5 horas y 57 minutos
Altura máxima 3.547 metros

Track del vuelo:
http://cnd.favl.info/leonardo/flight/9803