¡¡¡¡¡¡ENHORABUENA CAMPEON!!!!!!!
DANIEL MARTIN MOTA
Cuando y como empezaste a volar?, quien te enseño?
Cuando era un niño soñé muchas veces que volaba por encima de las casas y calles de mi pueblo por encima de mis amigos a la salida del colegio, iba volando a ver a mi padre que trabajaba en el campo y después volvía a mi casa, saludaba desde el aire a mi madre, a mi abuelo, a mi hermano pequeño y vecinos, todos se asombraban al verme. Soñé que tenia alas que podía desplegarlas y volar con los pájaros sin el menor esfuerzo, soñaba despierto, con la inocencia de un niño, libre y feliz.
Fui creciendo observando con gran admiración las cigüeñas de la torre frente a mi casa, a las águilas, a los buitres... etc.,
Hasta que un día mi amigo Félix (otro enamorado del vuelo libre) encontró un libro de Ala Delta en inglés (no teníamos ni PI de inglés) en el que venía incluso unos dibujos y planos de un Rogallo Todo fue alto secreto y en una casa abandonada comenzamos a fabricar una con madera y plásticos de los sacos de abono, por esa altura yo tenía 14 años; El ala voló, pero no tenía mando, menos mal que al primer intento de vuelo, después de elevarse unos metros se dio la vuelta para estrellarse contra la ladera, (con más altura hubiera sido terrible) no hubo daños personales y los restos se convirtieron en un chozo para los pastores. Todo quedó ahí, el ala destrozada, desmoralizados y por si fuera poco pasamos a ser los “locos del pueblo”... (Ahora volamos los dos)
Pero la semilla ya estaba creciendo en mi interior, fue entonces a los 26 años (1989) cuando vi un ala volando en televisión, mi corazón dio un vuelco y decidí que era el momento de buscar una escuela para hacer un curso como es debido.
Hice el cursillo con Eduardo Fatou y Juan el Indio, éramos 16 de los cuales solo yo continuo volando.
Como fueron tus inicios?
Fueron unos momentos inolvidables, después de un par de meses de cursillo me pegué al Indio como una lapa, (él fue mi verdadero maestro) volamos por toda España juntos, pero donde más horas hice fue en La Parra a 60 km de Badajoz. Solía despegar primero y aterrizar el último. Me metía 3 ó 4 horas de ladera. Enseguida empecé con las compis, siempre con el indio hablando en vuelo. La competición supeditada a la seguridad, es la mejor y más rápida manera de aprender, al lado de los mejores.
Que alas has volado? Cuál es tu actual ala?
Hice el curso con una Rogallo, no recuerdo el nombre y lo acabé con un Atlas. Mi primera ala fue unaSphinx de la Mouette, después una Wills Wing hp, mas tarde me cambie de bando con Aeros, con unaKpl, después una Combat y por último la Combat L, todas amarillas y ahora me he vuelto otra vez conWills Wing T2c.
Cual es tu mejor distancia?
318 Km. 30 de Junio de 2007
Todo empezó el día anterior cuando Carlos F1 me mando un SMS que decía “Dani mañana alcanzaremos la gloria, a las 12 despegamos en Cáceres, te esperamos”
Así que me busqué la vida en el curro y allí estaba a las 11 de la mañana en La Cervera.
Allí estaban Carlos, Roberto con la rígida, Alberto, Enrico con el ultraligero y el equipo francés con los mejores pilotos para intentar batir el record europeo. Todo estaba dispuesto con dos ultraligeros remolcando y dos vehículos de recogida.
Apenas me dio tiempo a montar, saludar al personal y ver el plan de vuelo, cuando me di cuenta eran las 12:30 y ya estaba girando en la primera térmica a 900 m., bueno si un cero se puede llamar una térmica.
Al principio íbamos todos juntos, el techo subía a duras penas y nos íbamos apoyando unos a otros hasta que llagamos a Mirabete, el primero en pasar fue Carlos, los demás nos peleábamos por ganar un poquito más de altura para pasar con seguridad pero no cogíamos demasiada, así que con 1600 metros me tiré y detrás ya conseguí a duras penas, coger los 2000.
Alberto no corrió la misma suerte y la cagó detrás. Los franceses se tiraron más al norte y también los perdí, de pronto me encontré sólo hasta que al llegar al pantano de Almaraz adelanto a Carlos que iba bastante más bajo que yo.
Después, ambos nos juntamos y fuimos hacia los montes de Toledo para ligar una convergencia que se veía a distancia, ya llevábamos casi tres horas y solo habíamos hecho ciento y algo, el techo había subido a 2200 y el viento nos empujaba con 20 km/h. más o menos.
Carlos se adelanto mientras yo me entretenía más de la cuenta al final de una térmica para sacar agónicamente 100 metritos más. Así que otra vez sólo. A Carlos lo veía de vez en cuando, yo llegaba a la siguiente térmica cuando él estaba haciendo techo.
Por fin llegué a la convergencia, con la cremallera abierta a 200 del suelo y mirando unas nubes que te cagas encima de mí, cuando de pronto me di cuenta que podíamos alcanzar la gloria como decía Carlos en el SMS; subiendo a todo trapo cogí 3200 y después de nube en nube y tira por qué me toca, pero la gloria no duro mucho porque ya era un poco tarde y las maravillosas nubes se deshacían delante de ti y cuando llegabas ya estaban agonizando, por tanto empezó una carrera contra reloj.
Crucé Toledo, el techo bajó otra vez a 2200, gire unas térmicas con los veleros de Ocaña que quedaban por aterrizar (qué pensarían de mi... de donde ha salido este...) y empecé a arrastrarme como pude girando todo lo que encontraba, ya no podía más, la espalda me iba a estallar; Mientras giraba las ultimas térmicas, abría la cremallera, sacaba los pies y me ponía más o menos sentado para aliviar las tensiones musculares, cogí por la autopista de Valencia, y tras un planeo final de unos 40 km. y después de casi 8 horas de vuelo aterricé a unos 5Km. de Montalvo.
Carlos se fue un poco más al norte y aterrizó cerca de Cuenca casi a la misma hora y los franceses se quedaron por Talavera.
Recogida de lujo: Enrico nos siguió casi con la vista en todo momento y llego de inmediato, cena rápida y viaje de vuelta hasta las 5 de la mañana. Una paliza pero valió la pena.
Y el vuelo que mejor recuerdo te ha dejado?
Tengo muchos e inolvidables vuelos y es difícil decidirse, pero sí, hay uno que se sale, fue cuando llegue a mi pueblo por primera vez. Llevaría un par de años volando. No hay mucha distancia, 50 km. Era una tarde de verano con mucha restitución, cuando llegue tenía 2000 m y no se caía por ninguna parte. Pero yo quería aterrizar en mi pueblo. Sole fue a mi casa y despertó a mis padres que estaban durmiendo la siesta, mi madre pregunto por mí y ella la saco al patio y mirando hacia el cielo le dijo ahí esta, habla con él y le dio el walki-talki. No sabía mas que decir “Daniel, niño, eres tu… ai por dios… ai por dios” era la primera vez que me veía volando.
Estuve más de una hora sobrevolando mi pueblo, se estaba cumpliendo mi sueño!!, escudriñe cada calle, cada corral, el castillo. Tire fotos que se publicaron en la revista de las fiestas y aterrice junto a ellos y un montón de gente que me estaban siguiendo.
Tu zona de vuelo preferida en España
Agér, aunque Arcones y Arangoiti también me gustan mucho
Y en el extranjero
Laragne, Los Alpes en general. Greifenburg, Austria es una pasada pero llueve mucho.
Vuelas habitualmente?, cuantas horas al año?
Si, intento mantenerme activo, me apunto a todas las competiciones que puedo,
Ya no suelo contarlas pero haciendo una estimación, entre 100 y 150 horas.
Competición o placer
Las dos cosas; No me cansare de decirlo, cada uno se puede tomar la competición como quiera, precisamente en mi opinión es más seguro, porque todo está organizado, todos van más o menos por la misma ruta y no te tienes que preocuparte de las recogidas, estas conectado por radio y solo tienes que pensar en volar.
Ahora bien, si no te gustan las condiciones del despegue; no despegues!, si no tienes aterrizajes, o rodea o coge más altura o date la vuelta, esta es mi filosofía. Primero la seguridad y después si puedo ganar, pues mejor.
Ya sé que volar con el mogollón agobia al principio, pero cuando superas esta fase lo echas de menos. Es impresionante la cantidad de información que puedes conseguir de los demás.
Por otra parte, si quieres meterte un monton de horas al año y aprender, la competición es el camino a seguir.
Como ves el futuro del Ala Delta
Quiero ser optimista, creo que nunca va a desparecer pero siempre seremos una minoría. Poco a poco está entrando gente nueva, y la moda del parapente va pasando, incluso algunos trapos se están pasando al hierro.
Has tenido algún susto en vuelo?.. y lanzamiento de paracaídas?
El paracaídas nunca lo he tirado y eso que llevo dos por si acaso. Pero no lo he pasado peor en mi vida. De Piedrahita a Arcones más o menos por Villacastin me chupo una nube que me puso a por encima de 5000m. No veía nada, no sabía si estaba boca arriba o boca abajo, los cables de vuelo con estalactitas de hielo y granizos que te “cangas de onis”. El vario no paraba de pitar y yo no paraba de vomitar, tan pronto tenía un ventarrón en la cara que al momento todo estaba en silencio… dios voy a volcar pensé…entre el miedo y la titiritera mis piernas temblaban como una moto, la brújula se vuelve loca, los ojos se querían salir de la órbita y el arnés a punto de estallar. Entonces El Indio que iba unos kilometro por delante me empezó a tranquilizar por la radio “ no piques mucho, estabiliza el ala, jira a un lado hasta que baje la presión del arnés, toma rumbo a NE”… siguiendo sus consejos quite velocidad, probé a girar a la izquierda y bingo! La presión cedió, estaba centrifugando, y al cabo de unos interminables 20 minutos sali por un lado. Impresionante la vista la tengo gravada en mi mente. Ah y después retome el vuelo hasta Arcones. Jejeje!
Como ves la acrobacia?
Mola, pero no es para mí. Me conformo con unos winover y alguna pasada por el despegue.
Hasta cuando crees que volarás?
Hasta que el cuerpo aguante y un poquito más.
Cuéntanos alguna anécdota o buen recuerdo que tengas
Son tantas y tan buenas que no sabría por dónde empezar. La mayoría con pájaros. Desde una vez que me encontraba en una térmica y apareció un bando de cigüeñas que en realidad era la madre dándole la suelta a los poyos, una pasada como la madre los llevaba al centro de la térmica y ellos no paraban de remar, a dos buitres que me acompañaron desde el valle del Jerte a Cáceres señalándome las térmicas.
Pero lo más impresionante fue una cosa tan sencilla como la mirada de un águila a pocos metros de mí, chillando, mirándome fijamente, altiva, penetrante, de tu a tu. No encuentro palabras para expresarlo, me sentí tan grande y tan pequeño al mismo tiempo, una mezcla de dios y una efímera pavesa al viento.
