15 marzo 2011

CAMPEONATO COLOMBIANO HOMBRES PAJARO 2011 DIA 7

Escritopor Daniel Velez Bravo
Día 7. Con igual prognosis que el día anterior, pero con un panorama real algo diferente, de nubes bajas en la mañana y mucha humedad en la montaña, no es posible llegar con el carro hasta el despegue, pero la caminada con la cometa y luego el equipo (dos viajes) resulta renovadora.

Decidimos una prueba corta, debido a que estaríamos despegando algo más tarde de lo normal, y no queremos encontrarnos con vientos muy fuertes para la llegada a la meta, ni retirarnos demasiado del aeropuerto de Roldanillo, donde nos esperaría un asado, cortesía de la organización y Luis Morales – Icolpack.

Es una prueba de 59 km que nos lleva primero a lo largo de la montaña por 16 km hasta Higueroncito, luego nos regresa hacia el suroriente 19 km atravesando el valle hasta el ingenio de La Paila, 5 km al sur de Zarzal, luego nos regresa hacia el norte hasta las colinas al sur de la Victoria, para finalmente cerrar el circuito en forma de Reloj de Arena, en el aeropuerto de Roldanillo.

Optamos por retrasar algo los starts, a las 11:45, 12:00 y 12:15, pero parece no ser suficiente, pues el día se demora en arrancar.

Cuando decidimos empezar a movernos, 10 minutos antes de las 12:00, para por lo menos estar en el aire para el segundo start, me ubico de primero en la rampa norte, pero el viento se invierte y habilita la rampa sur. Para cuando me doy la vuelta para la rampa sur, hay 3 pilotos delante mio, de los que logra salir uno de ellos, pero luego el viento vuelve a cambiar. De nuevo doy la vuelta, y ya tengo 3 pilotos delante de mi en la rampa norte, y solo uno lograría salir, antes de que el viento vuelva a traicionarnos, soplando del oriente y del sur, pero entonces ya todo el grupo se ha movilizado y más de 6 pilotos me separan de la rampa sur, mientras que por la rampa norte estoy justo detrás de David. Increiblemente después de estar de primero en la rampa norte, termino estando atrapado en medio de todas las otras cometas, mientras oigo a Mitch sobrevolarnos gritándonos algunos mensajes inintelegibles pero apenas obvios.

Me resigno, pero entonces me doy cuenta de que en nuestra rampa está Héctor Corrales. Empiezo a desesperarme, a pedir vía, a solicitar que nos dejen salir al Brasilero David y a mi, que consideramos que el viento está suficientemente orientado para despegar, pero Corrales es algo nervioso y se toma su tiempo. 4 o 5 eternos minutos más tarde finalmente despegaría, y en menos de 30 segundos David y yo estamos en vuelo.

Desafortunadamente justo cuando despego, el cierre superior de mi arnés parece rendirse al paso del tiempo y opta por abrirse. Me tardo cinco minutos luchando por cerrarlo, mientras David y otros pilotos ascienden sobre mí en el despegue, hasta que comprendo que sería inutil y que deberé conformarme con volar con el pecho al aire, sólo sostenido por la riata principal de seguridad, que ejerce presión directamente sobre las costillas falsas: en pocas palabras, una sensación dolorosa y desagradable, pero no voy a dejar que eso me detenga.

Una vez concentrado, y habiendo despegado 2 minutos después de las 12:00, es inútil pensar en tomar el segundo start, y ahora sólo queda poner todo el empeño para tomar el tercer y último start. Volamos 3 km hacia el norte, en búsqueda de la línea de salida, y de algo de altura sobre el siguiente ramal de la cordillera. Mitch, Mike y Raul han tomado el start de las 12:00 y se encuentran adelante, pero no parecen estar muy cómodos, y sólo Mitch parece lograr salirse con la suya. No me preocupo demasiado por ellos, toda vez que mi competencia es por el primer puesto, y David, actual lider del evento, está volando a 1 km de distancia esperando el Start en otro lugar, algo más alto. A las 12:15 inicio la carrera, un par de cientos de metros por debajo de la basenube, pero no me preocupo mucho por ello, pues la línea que he escogido parece bastante benévola, y a pesar de que David iniciaría algo más alto que yo, antes de llegar a Amparito ya lo habría superado por unos 50 metros de altura. Nos encontramos con Mike y con Raul que parecen estar tratando de volver de Higueroncito hacia Amparito. Continuo avanzando, y manteniendo un pequeño margen de altura con David, y para cuando llegamos a la Boya de Higueroncito, a 1900 mts, decido que para ganar debo arriesgarlo todo. Hay una línea azul en el valle, rumbo a la siguiente baliza, lejos de la seguridad de la montaña y de las oscuras bases de los cúmulos que nos han llevado rápidamente hasta la boya, pero aun así me la juego, mientras veo a David volver sobre sus pasos, en búsqueda de la protección de la montaña.

Resulta que mi decisión termina siendo la correcta, ya que la montaña no ofrece buena sustentación a media altura y David se encuentra represado con Mike y con Raul, mientras yo avanzo debajo de pequeños vestigios de nubes, bajándome en dos ocasiones hasta 450 mts de altura sobre el valle. Cuando me encuentro llegando a la Paila, donde una hermosa nube parece estar formándose, veo a Mitch (4 km más adelante) llegando a basenube. Me aventuro aún más agresivo y rápido, y sin ubicarme bajo él, pero prefiriendo unas superficies de contraste justo al occidente de la baliza, encuentro un fuerte núcleo que me devuelve en una térmica de 3.5 m/s en promedio, de los 1380 mts a los 2100 mts. Para entonces Mitch se encuentra todavía muy alto, y 5 km más adelante, tomando otra térmica casi sobre la pista de Zarzal. Marco la baliza y me aventuro a perseguirlo.

De allí en adelante, tan pronto llego bajo él, lo veo salir de la térmica 400 mts por encima. Para entonces no vemos a nuestros contrincantes, que deberían estar cerca. Buen presagio, pero trato de contener mis emociones y la fantasía de que se hayan aterrizado prematuramente, pues dada la naturaleza de pilotos que son, sería casi imposible que se aterrizaran en un día como este.

Cuando nos encontramos pasando Zarzal, estoy a sólo 300 mts debajo de Mitch, por lo que casi lo he alcanzado, aun cuando éste ha tomado una salida 15 minutos antes, pero entonces decido que no es necesario presionar tan fuerte, ya que estoy corriendo contra David y no contra Mitch, por lo que me detengo un poco en una térmica suave, para ganar algunos metros mientras veo cómo le termina de ir a Mitch en la última baliza.

Para mi sorpresa, toma una térmica muy fuerte, la más fuerte del día, y aunque me clavo hacia su encuentro, descendiendo hasta 1370 metros (400 sobre el terreno), ya Mitch está de nuevo con más de 500 mts de diferencia conmigo.

Ascenderé en un +2.5 hasta 1970, cuando el gps me decía que tenía la meta en un 10:1, con más de 300 mts, en 8 km de planeo, y me lanzo a más de 80 km/h hacia la línea de llegada, donde de nuevo Ani me esperaba emocionada.

Llegaré a menos de 6 minutos detrás de Mitch, esto es, poco más de 9 minutos más rápido que su tiempo, en completar el recorrido, en 1:44:26. Una vez cruzo la meta, y con cerca de 200 mts de sobra para gastar, encuentro mucho tráfico de pilotos que han despegado más tarde, o que apenas van cruzando la zona luego de ir a Higueroncito. Tomo altura de nuevo, mientras espero y busco a mis persecutores.

22 minutos más tarde cruzaría la meta David, quedándose con el tercer lugar, mientras yo me dedicaba a jugar con Mitch en medio del valle sobre el aeropuerto.

Minutos más tarde nos cruzaríamos con Claudia Mejía, con la que subiríamos en una térmica en medio del valle, junto al aeropuerto, hasta 2000 mts, y cuando pensábamos que Claudia volaría hacia la Baliza de la Victoria para luego volver a la meta, y nos preparábamos para escoltarla, vimos cómo arrancaba en dirección opuesta, hacia la Paila… le faltaba todavía más de la mitad de la prueba.

Luego de aterrizar y desarmar el ala, y 2:15:00 más tarde de mi llegada a la meta, llegaría Claudia Mejía, cerrando finalmente el día y el campeonato, detrás de 6 pilotos que llegamos a la meta.

La diferencia en tiempo, así como la ubicación de Mitch, en el segundo lugar del día, bastó para hacer que la diferencia de puntos con David me pusiera en el último día, como el ganador de la competencia.

Finalmente, después de 4 días válidos, de los cuales logré ganar 3, no sin esforzarme al 110%, logro recuperarme del primer día en el que a pesar de terminar tercero, no llegué a la meta y me significó tener que luchar intensamente el resto de los días por tratar de posicionarme de nuevo en el primer lugar.

David fue un excelente contrincante, y su alto nivel de vuelo, su velocidad y aptitud de planeo, y sus decisiones sumadas a los pocos errores que cometió, lo convertieron en un verdadero reto que sacó lo mejor de mi. Incluso estoy convencido que el segundo día me pudo superar facilmente a la meta, pero no aprovechó la oportunidad. Sería el único piloto que hizo las cuatro metas.

Mitch también demostró su enorme experiencia y se quedó cómodamente con el tercer lugar, marcando 3 de las 4 metas.
VIDEO


CLASIFICACION FINAL



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