DANIEL VELEZ BRAVO
Un día inicialmente más frío, pero mucho entusiasmo nos lleva a fijar una prueba de 110 km, casi los miamos del día anterior, y algo similar.
Despegue con 3 km de radio nos marca una única salida a las 12, volando igual hacia Higueroncito con 1 km de radio, regresando al sur por la montaña hasta Ricaurte con 2 km, lo que nos permite tocarlo sin separarnos de la cima de la cantera de Bolivar, siguiendo entonces a la primera pata técnica hacia el nororiente, cruzando el valle hasta la finca La Bonita, sobre unas laderas 6 km más al suroriente de Zarzal, luego continuamos al noroccidente al aeropuerto de Roldanillo con 3km que nos lleva hasta el rio cauca, finalmente volando hacia el norte a Saragoza 1 km de radio y regresando al sur hasta Obando, la meta en el aeropuerto.
Despegamos 35 minutos antes del inicio de carrera, relativamente cerca, por lo que no tardamos en estar en un caótico patrón de espera bajo la nube. Trato de coordinar los ciclos de ascenso y descenso para tratar de lograr un ciclo de aacenso justo a la salida, y logro coincidir para un buen arranque.
Lidero la prueba mientras el grupo me sigue de cerca. La primera sección, como el día anterior, es una carrera salvaje. Me separo un poco y Dustin me da alcance. Entonces alternamos la punta varias veces hasta llegar a Ricaurte, donde le tomo 100 mts de ascenso pero lo espero para cruzar el valle juntos y tener más posibilidades. No obstante Dustin está jugándoselas todas y para eso tiene que tomar decisiones diferentes. El grupo que nos sigue está varios kilómetros detrás para entonces.
Hay una sombra en el margen de la ruta de vuelo y tras un largo planeo en el que Dustin me abandona, quedo en modo de espera en una pequeña quema que están apenas encendiendo.
Hay una sombra en el margen de la ruta de vuelo y tras un largo planeo en el que Dustin me abandona, quedo en modo de espera en una pequeña quema que están apenas encendiendo.
Dustin aprovecha la altura y la posición que tiene unos kilómetros detrás y me evita siguiendo hacmia la baliza de La Bonita, pero no lo veo.
Casi 10 minutos mas tarde me alcanzan todos los persecutores, justo cuando empieza a funcionar mi térmica. Me la juego volando hacia la baliza 4 km más allá con la intención de regresar sobre mis pasos hasta la quema. En la baliza está Dustin y le doy alcance. Salimos de allí muy similar pero de nuevo por caminos distintos.
Me topo con la térmica de la.quema pero solo la tomo unos.pocos giros antes de continuar hacia Zarzal. Tardo un poco en mapear un núcleo pero pronto se convierte en una sólida térmica que me permite en un solo planeo marcar la baliza del aeropuerto y seguir hacia La Victoria.
Al no ver a nadie delante y confiando en tener a Dustin en mis talones opto por bajar la velocidad para conservar la altura, para evitar que me den alcance y yo esté bajo. Nadie se acerca mucho.
Sin inconvenientes me muevo tratando de volar líneas de nubes y de sustentación (estamos aprendiendo y Luis “Rouseau” y Dustin parecen justificar parte de su éxito en su técnica en transiciones). En Obando y con 22 km por delante hasta la meta sigo delante sin “moros en la costa”, pero que no los vea no significa que sus perfiladas e invisibles alas no estén allí acercándose.
Me aseguro un ascenso que me deja en un 13:1 de la meta y empiezo a moverme. Optimizando la velocidad pero volando lento, logro mejorar los números y para cuando llego a la última baliza en Saragoza el planeo a gol es de solo 11:1 y el computador me dice que tengo la meta con 200 metros extra.
1 km delante me cruzo con Dustin, que pasa unos 50 metros por debajo, y entonces empieza el terror. Una impresionante y masiva descendente, acompañana de un viento sur me pone a volar en 7:1 u 8:1 y en menos de un minuto los números se tornan negativos.
1 km delante me cruzo con Dustin, que pasa unos 50 metros por debajo, y entonces empieza el terror. Una impresionante y masiva descendente, acompañana de un viento sur me pone a volar en 7:1 u 8:1 y en menos de un minuto los números se tornan negativos.
Me detengo en una incipiente térmica a 6 o 7 km de meta y Mike me llega por encima volando aun hacia Saragoza. Subimos muy poco y cada uno se aleja hacia su destino.
La meta se me torna inalcanzable a sólo 3 km, donde exploro hasta el último vestigio de ascenso y me conformo con una turbulenta burbuja que me regala 25 metros. Mientras no los pierda, no pienso alejarme. Unos gallinazos me ayudan a centrar lo que en un par de minutos se convierte en un suave ascenso. Entonces veo a Dustin, unos metros más bajo, volando a toda máquina hacia mi térmica.
La meta se me torna inalcanzable a sólo 3 km, donde exploro hasta el último vestigio de ascenso y me conformo con una turbulenta burbuja que me regala 25 metros. Mientras no los pierda, no pienso alejarme. Unos gallinazos me ayudan a centrar lo que en un par de minutos se convierte en un suave ascenso. Entonces veo a Dustin, unos metros más bajo, volando a toda máquina hacia mi térmica.
Afortunadamente para mi llegará 200 mts por debajo y la meta está en un 8:1… me largo acelerando y me aseguro el primer lugar por 1m30s delante de Dustin, volando la prueba en 2h48m
Cerca de 17 minutos más tarde empezaría a llegar el lote siguiente, que lo cerraría Miguel Matta como el 10mo piloto en meta.
Excelente día.
La foto de algunos que aterrizamos juntos en la pista (varioa prefirieron el arado más amplio al otro lado de la vía.
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